Tribalismo y Otros ismos

Lain Cortés González
8 min readJul 6, 2018

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Sé que mi manera es incipiente y transgresora porque ningún colectivo me busca y a los que he pertenecido o a los que me uní alguna vez no me extrañan y si alguien me extraña lo hace por cuenta de sí, cualquiera que me aprecie más allá de mi desprecio por ideales que alienen al individuo le apreciaré y le querré 2 veces más.

Lo digo por que a veces me es imposible de escapar de la ansiedad que el tipo de mundo en que vivimos provoca: sin importar del lado que usted se encuentre, siempre se le insistirá y coaccionará a tomar una identidad, si se puede convertir en una mercancía mejor. Y así muchxs transforman su individualidad y su identidad en sacrificio para la tribu o un colectivo, donde ninguno de sus integrantes puede ser criticado desde lo interno porque nos debemos lealtad absoluta y sagrada. Es así como se me ha criticado por mi fuerte objeción al feminismo radical, por su esencialismo biológico y su miopía por no considerar que género es multidimensional en sus causas y efectos, y por sus figuras, o cuando dije que habríamos de tirarles a un volcán porque una de sus líderes más vistosas dijo que los actos de violación no son tan graves y que son solamente la manifestación de una sociedad patriarcal que se la tiene jurada a todo lo relacionado con sexualidad y mujeres cisgénero… perdón, o como ellas dirían: mujeres. Olvidemos convenientemente que los hombres son igualmente alienados y despojados de toda dignidad por éste acto: sea lo que sea que el o la abusador(x) tenga entre las piernas. Fui criticada como antifeminista y misógina por negarme a retractarme y defender la dignidad de todas las personas que han sido víctimas de tal utraje, sin que haya ocurrido un debate sobre lo dicho por tal feminista, porque es más fácil no pensar o tomar en consideración el contexto en el que una afirmación o una hipérbole es dicha.

También fui criticada porque equiparo radfems con terfs. Miren, si lxs seguidorxs en su gran mayoría son terfs, mientras que las otras corrientes feministas aportan pocxs terfs, creería yo conveniente hacer un análisis honesto sobre los principios que defiendo, o en honor a la verdad: mostrar empatía desinhibida por las personas alienadas por otras personas que profesan ideales similares a los míos; de la misma manera, por ejemplo, odio a los de la revista Atassa, por más que se digan egoístas. Todo porque es necesario para los posesos y los tribalistas defender a toda costa inclusive la apariencia de lo que se profesa, aún cuando el interlocutor cite personas que genuinamente han tratado de exponer de la mejor manera y de la manera más concienzuda el tema en cuestión, por ejemplo que yo cite a Dora Marsden o a Judith Butler y me respondan con artículos de 4 párrafos cortos o un vlog es frustrante… y no es elitismo, no, pero muestra que la inversión de tiempo es más que todo hecha para sostener una identidad y un dogma, como por ejemplo con lo que se puede hablar o criticar sin que ésto perturbe la sororidad sagrada que muchxs sostienen. No importa lo que una mujer trans diga al respecto feminismo (radial), especialmente cuando encuentra ideas que son prejuiciosas y fundamentalmente dañinas para las mujeres trans, sin importar su individualidad o su ego. Lo único que importa es lo que diga una mujer británica o gringa, blanca y cisgénero, porque evidentemente son las única y más perjudicadas por el patriarcado, let alone any regard on capitalism, we don’t like that, we don’t care about that, we don’t understand anything about that.

Por supuesto que no solamente me ha pasado con el radfem y mi feminismo egoísta. También me ha pasado con los anarquistas individualistas, especialmente los españoles, lo que ultimadamente terminarían alienándome y harían acercarme al egoísmo de Stirner, deconstruyendo mi sentido de sí, todo lo que sostenía como fijo en mi persona o la parte de mí que sostiene cualquier rastro de identidad o de conciencia de sí de forma dura y rígida. Aún cuando se profese individualista, o anti-idpol, la persona para serlo, necesita seguir lineamientos fundamentalmente incuestionables, como no trabajar para el gobierno, no votar, no sostener una sola bandera o emblema (a menos que sea la bandera negra con turquesa claro), cometiendo el error de ser poseído por el espíritu de “El Individuo”, no importa que tal individuo coma, respire o realmente exista o tenga precisamente metas y disfrutes distintos a los míos. Todo -ismo que pretenda defender un grupo de personas con cierto tipo de características correrá el peligro de alienar a individuos que no se ajustan a los preceptos que en un principio fueron simplemente descriptores que luego fueron convertidos en dogmas e identidades fijas:

My suggestion is that the presumed universality and unity of the subject of feminism is effectively undermined by the constraints of the representational discourse in which it functions. Indeed, the premature insistence on a stable subject of feminism, understood as a seamless category of women, inevitably generates multiple refusals to accept the category. These domains of exclusion reveal the coercive and regulatory consequences of that construction, even when the construction has been elaborated for emancipatory purposes. Butler (1990)

Ésto no solamente se detiene ni es aislado al feminismo o al problema de la delimitación de lo que es o se entiende por género, y agregaré también sexo. Dentro de este contexto todo signo de identidad o de pertenencia es reducido a una performatividad que poco tiene que ver — tal vez — con lo que hablaba Butler o Derrida — tal vez se solapen en una intersección en un diagrama de Venn; trataré poder mencionarles solamente en la extensión de mi entendimiento. Esta performatividad también es el todo necesario para ser digno del grupo. Tal performatividad no solamente será instrumento de discursos hegemónicos dentro de los colectivos sino que será en beneficio de una élite que quiera adueñarse de la narrativa y de la identidad de cada unx de lxs individuxs de los que el colectivo dice representar. Para ello recurrirá, evidentemente, a la censura si es necesario y llega el tiempo justo para ello.

The sphere of language has become a privileged domain in which to interrogate the cause and effects of social injury. Whereas earlier moments in the civil rights movement or in feminist activism were primarily concerned with documenting and seeking redress for various forms of discrimination, the current political concern with hate speech emphasizes the linguistic form that discriminatory conduct assumes, seeking to establish verbal conduct as discriminatory action. But what is verbal conduct? Clearly, the law has definitions to offer and those definitions often institutionalize catachrestic extensions of ordinary understandings of speech; hence, the burning of a flag or even a cross may be construed as “speech’’ for legal purposes. Butler (1997)

El lenguaje puede ser lo que usualmente entendemos, pero se podría extender a otras formas en la que las narrativas de identidad suceden, se comunican, y cómo tales narrativas castigan a lxs que no se ajustan o los que son críticxs, siendo el inicio de tales narrativas y procesos hegemónicos las labores de recolección de datos y abstracción de la identidad a representar o contener. Una vez que ocurra la transgresión solamente podrán ser solamente criticados si implica la expulsión del individuo que pone entredicho al status quo al vacío frío en el que perecen todxs los infames y herejes de La Palabra y de lo sagrado que sostiene tales jerarquías e identidades, nunca por medio del debate o de la resolución del conflicto, solamente con la eliminación de éste al expulsar al individuo.

Se entiende por desconstrucción como el despojarse de todo lo externo o de todo lo que se encuentra como ajeno o alienígena en la identidad tomada y representada por el individuo dejando solamente una cara de la moneda que es la gran narrativa en la que se ve insertado el lenguaje que usa el grupo para su identidad y para representarse ante otras grandes narrativas, no se ve cómo el deconstruir la eliminación o el dejar de esconder la otra cara del asunto o de la gran narrativa, y el no poder apreciar los errores propios, o inclusive los asumidos por la exigencia de la identidad trascendente, borrando del juego cualquier identidad (o lenguaje) inmanente que el individuo pueda usar como forma de aserción de sí ante la alienación externa por parte de una identidad trascendente. Cualquier singularidad, de forma curiosa, en los asuntos y generalizaciones, en lo social, pareciesen más peligrosas que en las ciencias naturales, introduciendo siempre, sin importar el tamaño del sistema, más información o entropía de la que puede aguantar tales abstracciones o narrativas, o lo que las élites están dispuestas a aceptar.

He de reconocer que en efecto mi crítica es post moderna, por si no se habían dado cuenta a esta altura del ensayo. Dudo de toda metanarrativa. Pero al contrario de Fredric Jameson no creo que el post modernismo sea algo exclusivamente sintomático de un capitalismo tardío, sino de cualquier metanarrativa tardía, sea una metanarrativa grande, o deslocalizada, que abarque naciones, o inclusive grupos de resistencia que copian o reproducen viejas narrativas en el feminismo, en el anarquismo, marxismo o inclusive en el egoísmo. Toda coacción y creación de identidad dentro de cualquier grupo o movimiento pareciese no poder superar la no incorporación de singularidades y contingencias e insisten en la creación de un grupo monolítico estable en el tiempo; y esta aparente eternidad es lo necesario para alcanzar tal estado de infinito momentum. Además eso tales -ismos se convierten en identidades más que la libre unión de individuos o egoístas luchando para liberarse o apropiarse de lo propio o de una mejora de las condiciones que solamente el individuo puede experimentar. El colectivo jamás podrá experimentar todo el abanico de emociones, historias o de urgencias. Si es que no son capitalistas en principio siempre estarán a favor de la capitulación de cualquier forma de capital social, y cualquiera que ponga en duda dicho capital o acumulación de éste, merece ser enajenado y expulsado a la condición de otredad en el mejor de los casos y en el de enemigo de la tribu.

Autores como Fredric Jameson dirán sobre la mercantilización de la identidad, del ego o del yo en su interpretación de lo dicho por Walter Benn Michaels:

[..]the self is constituted like private property, or even on the model of private property resonates across some very different zones of modern thought, above all in those areas where the ego or personal identity has been the most strongly experienced as an unsta­ble construction. Jameson (1991)

Por supuesto esta mercantilización de la identidad, o el aprovechamiento de la inestabilidad a la hora en que el yo o el ego se experimenta y experimenta lo que le rodea, no es solamente una cuestión económica en términos materiales. Es así como inclusive grupos de izquierda, también, caen en la trampa de legitimar sus monólogos bajo la creación y la mercantilización de las luchas, de la identidad y del sentido de pertenencia, en el cual no hay espacio para nuevas formas de mercancía pues no es un mercado sino un monopolio intransigente y alienante, como todo monopolio. Y una vez el poseso se convierte en agente de hegemonización y autoregulación del discurso que es aceptado dentro de x o y grupo, no hay nada más que agregar al asunto en cuestión que pretende revindicar la tribu o el colectivo al que pertenece.

[…]the right to decide what is true is not independent of the right to decide what is just, even if the statements consigned to these two authorities differ in nature. Lyotard (1979)

Vale notar entonces que, parafraseando a Chomsky, todo grupo tiene que legitimarse. No basta solamente con crear dogmas a modo de ideales que no tienen el menor miramiento por la singularidad o por la autocrítica ¡aún cuando se pretenda luchar por la buena causa!

if a metanarrative implying a philosophy of history is used to legitimate knowledge, questions are raised concerning the validity of the institution governing the social bond: these must be legitimated as well. Thus justice is
consigned to the grand narrative in the same way as truth.

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Lain Cortés González
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Written by Lain Cortés González

Egoist, poet, trans, feminist, anarchist.

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