Soy Un Poema Escrito Con Mierda
Soy un poema escrito con mierda,
dejado a envejecer en un costado
del camino, bajo la lluvia y el sol.
Vomitarme hacia una nueva iteración
es mi única arma contra los que nos
contaron sobre los cielos y las
montañas, contra todos los que le
dieron una jerarquía a los colores
y nos mantienen dentro de líneas
que no podemos ver pero tenemos
que amar, así como amo la brisa
de la montaña o la sonrisa de mi
madre a modo de espejo de su jardín.
Soy un poema escrito con lágrimas,
dejado a secar en un costado
del camino, bajo el sol y la cotidianidad.
Sudar todas las historias que
contaron sobre mí a susurros
antes de que mi carne naciera
y antes de que me pariera entre
grises, matices y, de nuevo, mierda,
es lo único que se me ocurre hacer
en el infierno que crearon para
que fuera mi querido hogar y donde
se supone que mi corazón repose
extendido sobre su propio goce.
Soy un poema escrito con sangre,
dejado cubierto por órganos a un costado
del camino, oliendo a muerte.
Gritar toda mi melancolía e ira,
parida como gemela a mi condición,
gritarle y devolverles todas las cenizas,
que forman ríos de flujo piroplástico,
es mi única defensa, como un animal
desesperado y rodeado tratando
de sobrevivir cuando ya no hay más
esperanza, sin que hayan más
razones para seguir luchando, con un
cuerpo que no se ha enterado de su derrota.
Este poema soy yo, este delirio soy yo.