Los Sueños.
¿Qué son los sueños sino donde
viven los fantasmas de les poetas,
suspirando, sintiendo la brisa y
al fuego azotando sus caras,
a ojos cerrados y con los brazos abiertos?
¿Alguna vez se han preguntado por el
peso de los sueños? Yo no.
Los sueños me son demasiados reales como
para cuestionarles el peso. Sin ellos me
deshacería con la menor brisa y me sublimaría
con una mañana asoleada de primavera
o con las notas del piano,
no me quedaría más que convertirme en el tiempo mismo,
de lo que están hechas las vacas echadas
en los potreros, rumiando al sol, todo el día.
Sin los sueños solamente habría ansiedad,
la medianía nunca podría resolverse,
el anhelo sería sinónimo de pánico
y el devenir se pensaría a sí mismo
como pérdida absoluta de lo que nunca se tuvo
y recordar lo que nunca se fue.