Anya
Sus pasos resuenan por los escombros,
sosteniendo al mundo en sus hombros.
Con la cabeza baja, con una tristeza
que huele a esperanza, así camina
la reina por su castillo con una
voluntad constante, lenta y tersa.
Sus cabellos son dorados y su corazón
rojo como los atardeceres en el Pacífico,
sus piernas son los pilares sobre los
que se apoya para llegar a los cielos.
sus brazos son para unirnos en su corazón,
sus labios para hablarme de su amor,
y sus ojos para llevarme siempre con ella
a otros mundos y a otros misterios.
En el límite nos encontraremos y nuestro
camino será el mismo después de entonces.
La escucharé nutrirme de sabiduría y ternura,
y me convertiré en la envidia de todx filósofx.