Alma XI
Hoy me visto de mi cuerpo, lleno de cenizas
y nauseas. Me incorporo, llorando una vida
llena de deambular y de usar mi cuerpo
como lxs niñxs usan ropas inadecuadas para
su tamaño, así de inadecuada y torpe en él,
así llorando ira, lloro por cada poro lo cruel
de tener una mente en este mundo, una mente
consciente de sí misma y acostumbrada al ruido.
Hoy me visto de mi cuerpo, lleno de las cicatrices
de una vida de melancolía, cayendo eternamente,
sin un suelo, sin un cielo al que mirar desconsoladamente.
Hoy me levanto con pesar por toda la sangre de las
hermanas que alguna vez tuve, y por todas sus cartas.
Hoy cubro las flores que nacieron del cadáver de mi alma
y el de todos los futuros que alguna vez dibujara
cuando me escondía en la comodidad del sol y el alba.
Hoy me visto con flores, pero esas flores no deberían
ser flores de cementerio, entregadas a mí por una vida
de deambular entre colinas hechas de cal y ceniza.
Hoy me visto de todas las sonrisas que di, y que ensayo,
me visto de ellas con tristeza de existir, y la felicidad
ante la posibilidad de acabar todo, por este día o por
todos los que me quedan para comprender la trivialidad
de esta vida y a este cielo insípido y lleno de nada.